

Ramón Cruz Hernández ha venido desempeñando las labores de jardinero del Ayuntamiento de Jaraíz de la Vera hasta hace unos días. Ha cesado en sus quehaceres profesionales por jubilación. Antes de ser jardinero fue encargado del matadero municipal hasta su cierre, tiempo ha, por cierto.
Tanto que a Ramón le recuerdan los vecinos más por su actividad como jardinero que por la del matadero. Pero, sobre todo, por su sonrisa. Hasta tal punto, que, para identificarle, por su afabilidad, los jaraiceños le conocen como el jardinero de la sonrisa.
El Consistorio, con motivo de su merecida jubilación -a la que ojalá lleguen todos los trabajadores, independientemente de su profesión- ha distinguido. Además de la felicitación ha recibido un recuerdo de la localidad como reconocimiento a su dedicación y servicios prestados al municipio.
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