El pasado domingo, día 30 de diciembre, quemaron una de las papeleras de la avenida de la Constitución, la principal arteria urbana de Jaraíz de la Vera. El suceso se produjo a las siete horas.
La papelera, de plástico y llena de desperdicios combustibles, ardió rápidamente hasta convertirse en cenizas. Estaba colocada en la fachada de una librería, papelería y tienda de objetos de regalos, y a escasos centímetros de la puerta del establecimiento, utilizada como expositor de revistas y publicaciones, por lo que de llegar a estallar los cristales por el calor las llamas se habrían propagado al interior.
Faltó poco, al parecer, para que se hubiera producido un gran incendio, simplemente si la papelera hubiera ardido más lentamente, toda vez que el negocio, por su cometido, está lleno de material inflamable. Esta gamberrada, por tanto, pudo desencadenar en un hecho de gran alcance por el lugar en el que se originó y las circunstancias.
En este sentido, el responsable del comercio ha manifestado que el autor o autores «no calibraron las consecuencias que ha podido tener el acto vandálico, sin pensar en el daño que ello podría causar», dijo.
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