P.D.SAMINO
Domingo, 6 de mayo 2018, 19:59
La dehesa boyal jaraiceña es un campo de jara, actualmente en plena explosión floral. En realidad, la flor de la jara inunda los alrededores del casco urbano.
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Uno de los orígenes de la población, aseguran los historiadores, tiene que ver mucho con esta planta (cistus ladanifel), con propiedades medicinales. Pero, lo que más llama la atención estos días es su floración, lo que representa un regalo para los sentidos.
En relación a la toponimia, hay varias hipótesis acerca del origen de Jaraíz de la Vera. Una de ellas establece que es de procedencia árabe. El significado del topónimo árabe sería el de Campo labrado.
La historiadora jaraiceña Martiria Sánchez López, entre otros investigadores, dice que la tesis más aceptada por los expertos es que el nombre de Jaraíz proviene del vocablo 'Xafar-hic', que significa en castellano, además de castillo alto, lagar, jaral, etc.
El primer documento en el que aparece escrito su nombre, Safariç, está fechado el 8 de febrero de 1217.
Lo cierto es que la jara está presente de manera muy abundante en la dehesa y montes del término municipal. Recorrer estos lugares supone un placer. Merece la pena adentrarse por estos campos de jaras, estos días en plena explosión floral, anunciando una primavera retrasada por la climatología.
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