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Hoja de tabaco verato ya secada preparada para la industria.
La región exigirá una guía a quien transporte hoja de tabaco para un mayor control

La región exigirá una guía a quien transporte hoja de tabaco para un mayor control

Junta y productores pactan una normativa con el fin de mejorar la trazabilidad y combatir el contrabando

CELESTINO J. VINAGRE

Miércoles, 2 de mayo 2018, 18:10

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El contrabando de la hoja de tabaco supone un problema para un sector siempre en el filo de la navaja.

Hace siete meses, la Guardia Civil intervino 250 toneladas de hoja, la mayor aprehensión en Europa. La operación se destapó en Extremadura. Para combatir el comercio ilícito a través de una mejor trazabilidad del producto desde que sale de la parcela y se lleva a los secaderos, en unas semanas estará en vigor un decreto autonómico, pactado entre la Administración y el sector.

Entre las disposiciones se encuentra la obligatoriedad de una guía en el transporte de la hoja seca para verificar su procedencia y destino. También se deberá realizar a la Administración una comunicación previa de lo que se piensa transportar.

«Este sector ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años y podemos y debemos hacer uno más porque afecta también a nuestro futuro», comenta Teófilo Moreno, presidente del Grupo Consultivo del Tabaco en la UE.

Este experto se refiere al borrador de decreto de trazabilidad de la hoja de tabaco que tramita la Junta. El proyecto está expuesto a consulta pública para recibir aportaciones.

Desde la Consejería de Políticas Agrarias se especifica por qué se necesita una mayor regulación en el sector tabaquero extremeño, que como decir en el nacional porque el 94,5% de la producción española se focaliza en Extremadura.

«El comercio ilícito aumenta la accesibilidad de los productos de tabaco, alimentando así la epidemia del tabaquismo y socavando las políticas del control del tabaco. Asimismo produce considerables pérdidas en los ingresos públicos al mismo tiempo que, con su impacto, daña un sector estratégico de Extremadura, poniendo en peligro su continuidad», se argumenta por la Administración. «Tales productos ilícitos contribuyen a la financiación de actividades criminales», se concluye.

Más esfuerzos

En la operación 'Pacote' de octubre pasado, las 250 toneladas de hojas de tabaco aprehendidas tenían un valor de 40 millones. Una organización dedicada al cultivo almacenamiento y distribución de este producto, a través de una empresa de actividad legal, camuflaba la venta de hojas «fuera de los cauces establecidos, lo que permitía comercializar este tabaco en Internet con posteriores envíos por paquetería».

«El sector dejó de estar regulado desde la última reforma de la PAC de 2015. Si los tabaqueros hemos sido partícipes de un modelo de desarrollo rural único en la UE, hemos sido valientes asumiendo inversiones costosas en secaderos y vamos sobreviviendo a pesar de unos precios bajos, no podemos cruzarnos de brazos para intentar impedir el contrabando de hoja porque eso nos perjudica», añade Moreno.

Reconoce que el comercio ilícito se explica en buena medida porque los agricultores que venden esa hoja de tabaco pueden recibir mejores precios y, sobre todo, quienes ganan de verdad son los que luego comercializan el tabaco ya transformado.

El presidente del Grupo Consultivo de la UE incide en que, ante la falta de una mayor regulación y aumento del contrabando, Bruselas ha planteado un impuesto al tabaco crudo (hoja seca). «Eso se ha parado por ahora pero hace falta una normativa, y es lo que va a hacer Extremadura para controlar mejor la hoja de tabaco desde que se seca hasta que llega a la transformadora».

Medidas

Lo que se va a poner en marcha es un decreto para «un seguimiento práctico y localización» de la hoja de tabaco que ofrezca más garantías al sistema de producción y ayude a investigar el contrabando. Se establecerá un sistema de control y verificación de esa hoja que sirva para garantizar su trazabilidad».

La norma contempla la obligatoriedad de formalizar un contrato que recoja todas las entregas de tabaco crudo entre las fases de producción primaria (recogida) y de primera transformación (Cetarsa). También se debe realizar una comunicación previa al registro de explotaciones agrarias de la Junta antes del transporte de la hoja de tabaco.

Del mismo modo el Gobierno regional facilitará una guía «que deberá acompañar al transporte de la hoja durante todo su trayecto hasta el centro de destino».

En esa guía debe aparecer, además del nombre de quien hace la entrega, la fecha del traslado, de qué parcelas procede la planta, la variedad y cantidad de la hoja, o la identificación del destino de la mercancía. «Son papeles que hay que llevar y no suponen ninguna carga realmente para el producto», resalta Teófilo Moreno.

También será necesario que la hoja de tabaco seca se embale para su entrega en los centros de primera transformación, incluyendo datos similares a los que se exigen para la entrega del producto.

Por último se dice que los establecimientos donde se almacene hoja sin transformar deberán llevar y mantener durante dos años un sistema «documentado de registros y salidas que se relacionen unas con otras y con uno de los documentos de acompañamiento para verificar las existencias de dichos productos, su procedencia y su destino».

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