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Beatriz Tello, en India.

La inquietud como razón de vida

Beatriz Tello Benito | Experta en asesoría, gestión y comunicación, trabaja en EBS Experiential Business School, coordinando un programa de desarrollo y descubrimiento de talentos en niños, que estos días disfruta de la tranquilidad de Jaraíz de la Vera

ANTONIO J. ARMERO

Lunes, 2 de enero 2017, 17:34

Beatriz Tello tiene un currículum impropio de alguien de su edad. En él se adivina un espíritu inquieto, el de alguien que siente la necesidad de saltar de aquí a allí. Ahora está enredada con un proyecto en Uruguay, y antes estuvo en otro bien diferente en Malawi. Y la lista de países visitados por razones de trabajo incluye India, Tanzania e Inglaterra, un bagaje que le ha camb iado la vida. «Me ha enriquecido profesionalmente -explica ella en su web-, llegando a convertirme en una persona con una dimensión más amplia y global, capaz de ver con una visión universal y de nuevas y diferentes oportunidades».

La primera parada de su viaje profesional fue Londres, adonde Beatriz Tello viajó tras licenciarse en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense. Con el paso de los años fue completando esa formación con otros estudios, entre ellos un máster de Investigación, Economía, Gestión y Comercio Internacional en la Universidad de Extremadura (facultad de Economía). En la capital inglesa trabajó como ayudante de publicaciones de la revista de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, y poco después le llegó la primera gran oportunidad: la gerencia de Corderex, la IGP (Indicación Geográfica Protegida) del cordero de Extremadura.

Más experiencias

Ha ocupado cargos directivos en Corderex y en la empresa pública Gebidexsa, y ha vivido en Malawi, Londres, India...

Tras una década en el cargo, lo dejó para poner en marcha el proyecto 'Doña Tierra S.L.', por encargo de Caja de Extremadura. Más tarde ocupó cargos directivos en Gebidexsa (empresa pública dedicada a la gestión de los bienes de la Junta relacionados con el turismo, como las hospederías o varios palacios de congresos) y del Clúster Audiovisual de Extremadura.

Esa experiencia de haber trabajado en la región la ha ido enriquecida con la visión que le ofrece haber trabajado en el extranjero. Beatriz Tello cree q ue uno de los problemas de la comunidad autónoma es su escasa población en relación a su tamaño, y otro de primer orden, «los complejos que aún no nos hemos quitado de encima». Porque aunque ella nació en Bilbao se considera extremeña. «En cuanto estoy en Madrid necesito aire», cuenta por teléfono desde Jaraíz de la Vera, donde está buena parte de su historia familiar. Este es uno de los sitios de su vida, que se desarrolla entre la localidad cacereña y Madrid, cuando para por España. «Ahora -explica- estoy colaborando en un proyecto con el Congreso de Intendentes de Uruguay», algo parecido a una conferencia de presidentes autonómicos en España. Allí se embarcó, en el año 2014, en una iniciativa de desarrollo transfronterizo con Brasil, y ahora está en otra que implica a Argentina.

«Durante los últimos cuatro años -reflexiona Tello- he sido consciente de la peor de las crisis, que no es la económica, sino la de valores y principios». «Decido emprender otro camino -continúa-, que es el del crecimiento humano y el de compartir y contribuir con mi experiencia profesional y personal a nivel nacional e internacional en otros países, como Malawi -donde, entre otras cosas, ayudó a mejorar la gestión de un hospital-, Tanzania o India».

En este último país «aprendí mucho», asegura Tello, que tiene claro que «vivir en otros sitios, en otros países, en culturas muy diferentes a la propia, hace que te quites complejos». Este es en gran modo uno de los cambios que en su opinión necesita experimentar Extremadura. «Queremos serindustria y no lo somos», plantea. «Somos fundamentalmente unacomunidad autónoma agraria -añade-, y podríamos haber apostado por la calidad, pero tampoco lo hemos hecho». «Intentamos hacer algo con elturismo -concluye- pero no conseguimos potenciarlo, y en cuanto al emprendimiento, en mi opinión, en Extremadura siguen sin darse las condiciones para emprender con visos de rentabilidad».

Es su visión sobre la comunidad autónoma, de la que se considera parte, a la que siente como propia, en la que pasa buena parte de su vida y en la que ha desarrollado en gran modo su carrera profesional, que incluye iniciativas empresariales en ámbitos muy distintos. Entre los últimos, el desarrollo de cosméticos ecológicos, utilizando como materia primera la cera de abeja.

Esa necesidad de arriesgar, de cambiar el guión, hace que el guión de su vida laboral esté salpicado de experiencias muy distintas entre sí. Beatriz Tello ha sido profesora de Economía Internacional, Estrategias de Marketing y Responsabilidad Social Corporativa, pero también de danza clásica y flamenco en la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) de Aldeanueva de La Vera, y en las universidades populares de Losar de la Vera y Jarandilla de La Vera. También ha sido bloguera de HOY.es, donde mantuvo una bitácora en la que daba cuenta de sus experiencias vital es en su etapa en Malawi.

Comprometida con la causa de la igualdad de género, no tiene dudas cuando se le plantea si en algún momento ha sentido que se le exigía más por el hecho de ser mujer. «En España, sí, sin ningún género de dudas», responde Beatriz Tello, que sabe incluso lo que se siente ante un secuestro. Ella lo sufrió, durante unas horas, en Tanzania.

Ahora trabaja en EBS Experiential Business School, coordinando un programa de desarrollo y descubrimiento de talento en niños. «Es hermoso el trabajo con ellos, porque son el futuro, y aunque la escuela tiene un marcado foco en el perfil directivo y de liderazgo, convertimos a los niños en grandes maestros de la vida», reflexiona Beatriz Tello, que estos días disfruta de la tranquilidad de Jaraíz de la Vera. Seguro que por poco tiempo. Probablemente, antes o después la inquietud le hará moverse de nuevo. La impulsará a viajar, a conocer sitios nuevos, a experimentar... A vivir.

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