La campiña jaraiceña y las vegas del Tiétar, envueltas en humo de encina y olor a pimentón
Estos días se lleva a cabo la recogida y secado de pimientos para su transformación en pimentón
P.D.SAMINO
Miércoles, 12 de octubre 2016, 17:23
La llegada del otoño es el punto de arranque de las faenas agrícolas más emblemáticas tanto de Jaraíz de la Vera como de la comarca.
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La recogida de pimientos y su secado para convertirse en pimentón es un rito que, dependiendo de la climatología, se desarrolla apenas se inicia el otoño y tiene su mayor incidencia durante el mes de octubre. Mes en el que comienza la transformación del pimiento en pimentón, una vez deshidratado, tras someterse al proceso del secado tradicional.
La molienda y envasado se prolongarán hasta las ferias de San Andrés, que antaño, a principios de diciembre, marcaban el punto de partida de su venta. Actualmente, el de su comercialización por toda la geografía española y diversos países europeos.
Desde hace unos días, la campiña jaraiceña y las vegas del Tiétar están envueltas en humo de encina y olor a pimiento, que una vez secado y molido artesanalmente dará lugar al pimentón, es decir, al acogido a la Denominación de Origen Protegida Pimentón de la Vera, sello de excelencia y garantía de que se trata de un producto de primerísima calidad, único por sus caracteríscas organolépticas.
El Consejo Regulador de la DOP, que tiene su sede en Jaraíz de la Vera, certifica y avala todas sus propiedades culinarias y saludables, identificadas por su sabor, olor y buquet.
A todo esto, destacar que Jaraíz ya huele al secado de pimientos y comienza a oler también a pimentón.
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