Limpian el entorno de Santa María y al momento lo vuelven a ensuciar

Lo limpio dura poco. Para que sea así, para que la suciedad no desaparezca, se encargan de esta loable actividad algunos. Si más pronto pasan los barrenderos municipales por la Crucera para recoger los restos de las madrugadas de los domingos, más pronto ensucian este enclave.

Los parroquianos que hayan ido hoy a misa y los turistas que se hayan acercado a inmortalizar la iglesia, el monumento histórico-artístico más importante de la localidad, se han encontrado en una de las escalinatas un regalito: una bolsa de basura con los restos de un botellón o lo que sea. La han depositado para que alguien se tropiece o porque sí, simplemente. Porque es mucho esfuerzo hacerlo en los 8 contenedores que hay a escasos metros del lugar donde han dejado semajante trofeo.

Lo limpio dura poco es una verdad como un templo. Como el de Santa María, cuyo entorno se ha adecentado esta semana. Incluso se han eliminado las hierbas de las escalinatas, atrios, suelos y paredes. Más o menos aseado ha lucido hasta esta mañana dominical del 23 de agosto. Ha sucedido justo después de marcharse a otra parte con la escoba y el recogedor los barrenderos municipales para seguir acicalando otras calles, aunque haya quien minusvalore su digno trabajo.