
La primera fotografía institucional de Jaraíz fue realizada en 1917 con motivo de la colocación de la primera piedra del colegio parroquial de San Miguel. El historiador Carlos Muñóz Álvarez ha rescatado ese valioso documento, el cual ha estado perdido un siglo.
«Esta primera fotografía institucional de la historia de Jaraíz fue tomada el 14 de marzo de 1917 en el acto de la colocación de la primera piedra de la escuela parroquial de San Miguel y colegio de Segunda Enseñanza, en la que aparece un grupo numerosos de niños y hombres del pueblo que visten blusón de dril tradicional, sombrero o gorra. En el centro, tres sacerdotes. En total son treinta y seis», detalla.
Los niños llaman la atención, algunos muy pequeños, por su atuendo: blusón tradicional (muy común en la época) o chaqueta y también con blusa escolar. Pero más expresivos son los de la primera fila, uno con los pies descalzos y otros sosteniendo un pinco de los de cazar lagartos, una actividad propia de la localidad vigente hasta finales del pasado siglo. Pueden ser unos sesenta y nueve.
También hay dos niñas. Una delante, con falda y blusa, pies descalzos, brazos cruzados y gesto serio. Y otra al final de la fila de hombres con un pañuelo oscuro sobre los hombros. Y cuatro mujeres. Dos ancianas, atrás sentadas en la pared con unos cántaros a sus pies. Y otras dos, detrás de la última fila de los varones, asomándose por encima del hombro de los que están delante. «Es un grupo numeroso de niños y hombres. Rostros reconocibles, excepto alguno por la posición en que está. Da la impresión de que están ante nosotros. El sitio parece un olivar», explica el historiador jaraiceño, artífice de la recuperación de la fotografía y que ubica en el olivar junto a la carretera de Plasencia. «La que viene a Jaraíz que justo un año antes empezaron a explanar, en 1916, para transformarla en vía para coches. Más allá está la calleja del Llanillo, al sur del templo. Todo este terreno, desde la carretera hasta la iglesia fue antiguamente el cementerio parroquial de San Miguel. La gente todavía lo llama así, el cementerio».
Los terrenos para la construcción de la escuela parroquial y colegio de Enseñanza Media (todo un hito en esos años) los adquirió el párroco de la iglesia de San Miguel, Marcelo Giraldo Buhavén, autor de la fotografía, que ha estado perdida durante un siglo. «Primero adquirió dos trozos de olivares y después consiguió la cesión de la calleja del Llanillo por parte del Ayuntamiento y compró la que iba al Ejido, que quedó inutilizada por el paso de la carretera».
Del acto de la colocación de la primera piedra dieron fe, entre otros presentes, el segundo alcalde, el cabo de la Guardia Civil, el notario y el párroco de San Miguel, además de otras 18 personas. «Se levantaron cuatro actas. Una original y tres copias. Una fue para el notario, otra para el archivo municipal y la tercera quedó encofrada junto a la primera piedra, en la esquina oeste del edificio, mientras que la original fue para la parroquia». Los presentes en el acto, o que aparecen en la fotografía, son los representantes de las autoridades locales, civiles, militares y eclesiásticas de la villa jaraiceña. Además de veinticinco personas del pueblo que habían prestado su cooperación pecuniaria a esta obra, con su nombre, cargo o profesión: el alcalde, párroco, industrial, funcionario, me diero, comerciante, sacristán, notario, tratante, carpintero, escribiente, orive, secretario y otros«, enumera.
También consta en el acta, que la construcción de este edificio cuenta con la autorización y aportación dineraria del obispo de la Diócesis y la cooperación del municipio mediante la cesión de un trozo de terreno para la construcción de esa obra. Asistieron, como se puede observar en la fotografía otras personas que no figuran en el acta, «los dos sacerdotes que acompañan al párroco y futuros profesores del centro», así como «otras gentes que apoyaron el proyecto» y los sesenta y nueve niños. «Están en representación de todos los niños del pueblo. Muchos de estos serán los Exploradores de España, tropa de Jaraíz, que se creó en 1915. Las dos mujeres que están sentadas delante de la pared de piedra, al fondo, está claro que no fueron invitadas: tal vez tenían la costumbre de descansar en este olivar una vez terminada su tarea de vender leche por las casas, y seguramente fue lo que hicieron ese día. Las otras dos mujeres que aparecen al fondo se ve que se asomaron a ver lo que sucedía, por curiosidad».
La presencia de las niñas es casual, dice Muñoz, podrían ser acompañantes de las mujeres. «En Jaraíz, como en toda España, tanto en len el caso de las municipales como en las privadas los niños y las niñas iban a escuelas distintas: las de niños con maestros y las de niñas con maestras. Estas escuelas parroquiales empezarán siendo solo para niños. Pero el propósito de Marcelo Giraldo era que tanto los niños como las niñas de Jaraíz pudieran estudiar aquí, sin salir del pueblo y juntos, la Enseñanza Primaria y el Bachillerato».
Este propósito se hizo realidad pronto. «En el curso 1920-1921 ya hubo en este centro alumnos y alumnas estudiando juntos tanto en Educación Primaria como en Bachillerato. ¿No serán estas dos niñas, que aparecen en el grupo sin explicación, un símbolo de que este centro es también para todas las niñas de Jaraíz?», se pregunta Carlos.
De cualquier manera, su fundador, «el joven párroco don Marcelo Giraldo», cuando llegó a Jaraíz en 1912 entre sus objetivos estaba el trabajar por la cultura del pueblo. «Empezó con sesiones de catequesis diaria para todos los niños y niñas del pueblo. Y enseguida creó una tropa de exploradores de niños y jóvenes, los 'boy scouts'. También fue pionero en el asociacionismo. Al mismo tiempo, inició la publicación de un periódico local, a través del que propuso al pueblo la construcción de un colegio, moderno, donde niños y niñas pudieran estudiar también el Bachillerato en el pueblo».
La fotografía, además de ser la primera institucional de Jaraíz, destaca por otros detalles. «Porque es la foto de un lugar histórico jaraiceño. Está la iglesia de San Miguel de hace seis siglos; el terreno que fue cementerio de nuestros antepasados y donde se va a construir un edificio que acabará siendo histórico. Y es también la fotografía de un 'momento' de la historia de Jaraíz, que vale por toda una época en la que logrará un gran progreso material, cultural, social y su transformación urbanística; el salto a la modernidad en la educación y aun en el feminismo», apostilla.
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