Las visitas guiadas se ponen de moda para conocer cómo se hace el pimentón de La Vera

El turismo gastronómico es otro de los atractivos con los que cuenta la localidad. Dentro de este apartado, el pimentón de la Vera con denominación de origen protegida no solo está de moda por su consumo tanto en la elaboración de productos de chacinería o su uso en la cocina, ya sea tradicional o vanguardista, sino sobre todo por sus propiedades saludables, al margen de las culinarias, entre las que sobresalen el olor, sabor y color que impregna a los alimentos elaborados con él.

La creación del Museo del Pimentón ha sido un reclamo para atraer visitantes a Jaraíz y la comarca. En este espacio aprenden a conocer la historia del pimiento para pimentón, cultivo y producción. En definitiva, todo lo relacionado con el pimentón, el oro rojo de la comarca de la Vera. Pero cada vez más gente se interesa más y demanda conocer cómo se elabora. Conocer todo el proceso.

Por eso, cada vez más se organizan visitas guiadas a las fábricas jaraiceñas. Acuden excursiones de mayores de Móstoles, turistas orientales, amas de casa de Madrid, colegios, periodistas de la BBC o universitarios, como ocurrió las pasadas Navidades, cuenta Julia Fernández Romero, gerente de la empresa jaraiceña Especias Fernández Romero, que comercializa la conocida marca de pimentón El Colorín.

A su fábrica, como a las otras jaraiceñas seguramente, acuden a descubrir cómo los pimientos secos al pasar por los molinos de toda la vida se transforman en polvo rojo más intenso o menos picante, dependiendo de la variedad. Todo, incluido el envasado, empleándose los controles sanitarios más rigurosos existentes en materia alimentaria. Al final, los visitantes se van más que contentos, dice Julia, por lo aprendido y haber probado sabores diferentes, incluido el pimentón picante