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Felipe, en su visita al hospital toledano.
Lazos amarillos para que las personas que han sufrido accidentes puedan volver a caminar

Lazos amarillos para que las personas que han sufrido accidentes puedan volver a caminar

Es una campaña que ha puesto en marcha el motero jaraiceño Felipe Escobar Hernández con la ayuda de ‘Moteros por la vida’

REDACCIÓN

Miércoles, 22 de junio 2016, 19:27

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Felipe Escobar Hernández está vinculado a varias agrupaciones de moteros a nivel local, regional y nacional. Desde estos colectivos, desde hace tiempo, está llevando a cabo campañas solidarias: recogida de ropa, juguetes y comida para los más desfavorecidos o recaudar dinero para alguna persona enferma. Ahora, se ha embarcado en otra iniciativa, si cabe, más ambiciosa: contribuir a la investigación encaminada a solucionar los problemas de médula, para que las personas que han sufrido un accidente puedan caminar, con la ayuda de varios clubes, bajo el eslogan de Moteros por la vida. Este acto solidario consiste en la venta de lazos amarillos, cuyo importe íntegro irá a parar a la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.

-¿Cómo surgió la idea de llevar a cabo la campaña del lazo amarillo?

-Avivan esos accidentes que tuve en la carretera en moto, alguno en coche y laboral en mi existencia, que te llevan a otra fase en la vida y, poco a poco, y con experiencias moteras y actos solidarios, surge en el invierno del 2015, trabajando en instalaciones de hospitales por España y la casualidad de echar una mano a los discapacitados en los parking en sus visitas y en sus vehículos. Y desde el compromiso por la seguridad vial, que siempre he tenido, o lo he intentado, coincidió todo. Así comenzó al principio, o surgió la idea, que, poco a poco, fue tomando forma.

-¿En qué consiste?

- Que todo conductor lleve un lazo amarillo atado en la moto, bici o vehículo. Amarillo por su color de vida y llamativo para que se conciencie al mirarlo. Que sea un poco esa voz de precaución, o de cuidado, y que les llene de prudencia al circular.

Pero más tarde llegué más lejos y pensé que, si a parte de concienciar, llega a los afectados por accidentes y con un lema, eso me alucinó y dio un giro a la campaña: captar fondos para los afectados por accidentes de la Fundación de Toledo, referencia nacional en el estudio y trabajo hacia las víctimas en general. Pero, por la situación económica actual, el precio del lazo es de 2 euros. Así que todo lo conseguido hasta ahora lo he llevado a Toledo en moto, para ayudar a todas las personas a integrarse en la vida cotidiana después de un fatal destino en la carretera. Nadie está fuera de esa sorpresa, bien por uno, o bien por una inesperada situación.

-¿Dónde se está desarrollando?

-Comenzó en Jaraíz. Al principio pensé en algo sencillo, pero al final vi la gran proyección que suponía contagiar a todo el mundo, por el norte y sur de Extremadura. Afortunadamente, se están sumando moto-clubs y peñas de Cáceres, Plasencia, el Valle, La Vera y también de Toledo y otros sitos. Cada vez más personas. Por supuesto, conductores y, poco a poco, los moteros en general.

-¿Quiénes colaboran en la misma?

-Como es lógico la iniciativa cobró valor con los amigos moteros, así que llamé por teléfono a todos aquellos con los que llevo hace tiempo realizando actos solidarios y les conté la iniciativa y no dudaron ni un momento en trabajar para esta campaña. En general, todos los moteros en son solidarios, colaboran siempre o apoyan. Ese es el verdadero valor. Así que estaré muy agradecido siempre a todos: a los organizadores, como punto de arranque, desarrollo y trabajo de la campaña; a Custratur de Jaraíz, Rolling Custom Club de Plasencia y Buitres Leonaos de Cáceres, por su gran esfuerzo y enorme trabajo.

-¿La Fundación del Hospital de Parapléjicos de Toledo cómo ha recibido esta actividad?

-Este invierno los llamé, y todo bien. Pero necesitaba verlos en persona; ver cómo era ese otro mundo diferente con ganas de volver a vivir. Y fui en moto. Me arme de valor, pues no sabía lo que iba a encontrar. Estuve en la Fundación y me recibieron de maravilla. Les fascinó la idea y su apoyo fue brutal. Pasé un ratito con algunos moteros discapacitados. Me contaron aquellos momentos crudos del accidente. Me transmitieron una inyección de vida, de valor y de sensibilidad. Y ellos llenaron su corazón, de nuevo, de ilusión, de esperanzas, de ganas de volver a ser moteros, o conductores. Uff ¡Qué emoción! Así que regresé cargado de valor para esta contienda. Y en la carretera, despacito. E so fue una lección de concienciación y de superación.

-¿Se están realizando investigaciones ya para resolver el problema de la médula?

-Sí, la Fundación con todo el equipo de médula, científicos y comprometidos trabajan en la investigación y la rehabilitación de las neuronas; en la sensibilidad motora y en aparatos exoesqueletos cada vez más ligeros y robotizados para hacer de la vida más normal: para la integridad en la sociedad. También están trabajando en tumores cerebrales mediante la neurocirugía, además de otros muchos proyectos y actividades deportivas y de reanimación del aparato locomotor, uno de los más afectados en cualquier accidente.

-¿Los motoristas están respondiendo a esta iniciativa solidaria?

-Sí todos. Es un colectivo muy comprometido y solidario con todo y, a la vez, muy vulnerable en carretera. Sabemos, que cuando se sale a disfrutar del asfalto puedes no regresar a tu casa. Eso te da un valor de vida y compromiso por la seguridad.

Van respondiendo según se va extendiéndose la campaña. Poco a poco, cada vez más, se van uniendo a la venta de lazos en sus quedadas moteras. Colaboran tiendas, pequeños negocios como punto de venta de lazos, para que sea más fácil conseguirlo por parte de las personas cercanas y solidarias.

-¿Y la población en general?

- Saber que esta campaña afecta de lleno a la vida, con nuestros actos, induce a la gente a sumarse. También, tienes que cautivar, convencer de verdad. Cierto es que hay muchos engaños y la gente lógicamente se extraña al principio, pero con los medios de difusión, el boca a boca y la entrega de los que creemos en esta iniciativa, se va consiguiendo y que la gente responda de verdad hasta el punto de hacer cambiar su conducta en la carretera, pues la campaña sugiere vivir y cambiar entre todos.

-¿Se pueden evitar, si no todos los accidentes, al menos muchos de ellos?

-Sí, estoy seguro de que en las charlas que se dan o hemos dado, y las campañas reducen los accidentes, seguro. Al menos, por cada persona que rectifique en alguna mala acción eso ya evita algún peligro o posible incidente, que es de lo que se trata. Y, si eso sucede, eso quiere decir que la gente comienza a conciencienciarse.

-¿Cuáles son los más frecuentes?

-Casi siempre el exceso de velocidad, el alcohol y las drogas. Luego están los malos hábitos. También las distracciones, las prisas, los horarios y los atascos, una acumulación de hechos que nos cambian y nos hace ser algo más agresivos en vez de ser más pacientes y disfrutar. Por supuesto, también hay accidentes debido a las malas condiciones climatólogas, problemas mecánicos y por la mala conservación de muchas carreteras.

-¿La sociedad está concienciada con el tema de la eguridad vial?

-Se va concienciando. Según la edad, lógicamente, cuesta más o menos. Pero es una tarea también que debe hacerse dentro de la familia, desde la educación. Nuestros malos hábitos deben cambiar poco a poco para que las nuevas generaciones en el futuro sean mejores en la conducción, sabiendo que todos somos peatones y conductores en cualquier momento.

-Hablando de seguridad vial, ¿se ha mejorado?

-Va mejorado mucho. Se han tocado muchos campos donde entra en juego ese reto por la seguridad como la salud, los alimentos, mejores automóviles, avances en la prevención de los accidentes, cursos y charlas de seguridad vial. También en el mundo vulnerable de las motos. En fin, mucho camino recorrido, pero queda aún mucho por hacer por ese mejor futuro y movilidad segura.

-¿Qué echa en falta?

-Echo en falta un poco de más humanidad en la carretera. Los tiempos cambian y la sociedad s nos hace ser más mecánicos. Perdemos la realidad a veces y la esencia de cosas como el moverse más seguros en la ciudad. Las maquinas nos hacen menos humanos y el sencillo acto o menos peligroso de hace unos años ahora está más cercano y es más peligroso. Por eso, cuando se organicen charlas o cursos, no dudemos en pasar un rato para reforzar lo aprendido o para mejorar y aprender aún más y, a la vez, compartirlo y contagiarlo.

-En Jaraíz, ¿cuál es la situación de los vehículos de dos ruedas?

-Creo que ha mejorado mucho. Como en todo, la temprana edad nos hace ser valientes y eso poco a poco se va suavizando y tiende a mejorar. Yo tuve el accidente en moto muy joven y me acuerdo perfectamente de aquello.

Jaraíz siempre ha sido un pueblo amante de las motos, por su comarca y paisaje. Hemos tenido amigos o conocidos caídos en la carretera y ha mejorado, lógicamente, esa concienciación. Ha mejorado el nivel y, desde luego, la seguridad en las motos. He tenido varias y he notado la mejoría, pero debemos seguir, contagiar y demostrarlo cada día. No es fácil. He viajado mucho y mi consciencia vial ha asumido todo tipo de situaciones en cada ciudad, defectos, mejoras y hábitos en los conductores. He ido sumando y grabando experiencias para ir haciendo mi diario, para, poco a poco, ir mejorando situaciones y trasmitirlas, en lo posible, a los familiares, amigos y conocidos, sobre todo ese bonito reto por la vida y convivencia en carretera. Da igual el medio: coche, moto o bici, lo importantes es ser mejor conductor y cortés. Eso te hace más feliz en cualquier situación, porque lo importantes es la vida.

-Para terminar, ¿cuál es su deseo o sueño en esto del tráfico?

-Mi deseo es que todo el esfuerzo de ahora, por el cambio de hábitos en la carretera, tenga su buena recompensa en el futuro: reducir los accidentes y muertes y que también mejore la calidad de cualquier víctima.

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