BambiKina: ''Me gustaría que mi nuevo disco se convirtiera en una verdadera referencia''

Cuando Esther Méndez llegó a Madrid para estudiar publicidad no se imaginaba lo que le sucedería. Su pasión por la música le llevó a formar un grupo junto a otra chica de la residencia de estudiantes en la que vivía. Así nació BambiKina, música americana cantada en español, que heredó su nombre del famoso cine que sirvió como estancia a los Beatles durante su visita a Hamburgo. Al final, Esther siguió por su cuenta con el proyecto musical; y, tras tocar en varios locales, ganó el concurso de nuevo talentos musicales Coca-Cola Concerts Club, gracias a su canción Winchester 75. Esto le permitió lanzar hace dos años su primer EP, 'Caravana', una muestra de lo que vendría después.

Ahora BambiKina vuelve a pisar los escenarios estrenando nuevo disco, 'Referencias'. 12 canciones en las que se mezclan sonidos muy diferentes, desde la psicodelia hasta la música de las fronteras sureñas norteamericanas. 12 canciones que tienen sus propias referencias: Bob Dylan y Neil Young, que se mezclan con el realismo mágico de García Márquez y Cortázar, o con los universos cinematográficos de Tarantino y Robert Rodríguez. ''Llamarlo 'Referencias' servía para recoger todas las influencias que me han acompañado a lo largo de mi vida'', dice BambiKina. En su nuevo disco, cada canción cuenta una historia que se entrelaza con la siguiente. 'Referencias' es un disco que hay que escuchar con calma y de principio a fin. Un disco concebido para ser una obra circular y completa.

-¿Desde el principio la idea era hacer folk en español?

-Quizá lo de folk en español ha sido la etiqueta que le hemos puesto después. Componer y escribir en español era el terreno en el que me sentía más cómoda. Desde pequeña he escuchado mucha música americana, y de manera natural me ha salido componer por ese cauce, pero en español. Es complicado, ya que es música de raíz americana y está hecha para cantarla en inglés. Lo interesante es unir el rock americano con las letras en castellano. Pero estamos contentos, porque lo hacemos sin complejos, y nos está ayudando a diferenciarnos de todo lo que hay en el mercado musical.

-Al igual que el EP, el nuevo disco ha sido grabado en analógico.

-Sí, es que en analógico no hay nunca una toma mala. Se mide la interpretación. Nos encanta captar el momento, la magia de lo que está sucediendo. Creo que el analógico le da una autenticidad a las canciones que no se puede conseguir grabando en digital.

-¿Qué cambios ha experimentado su música entre el primer disco y este segundo?

-Hay una evolución compositiva, aparte de la instrumental, que es evidente. Todo está mucho más cuidado. Al contrario que el EP, que lo grabamos en cuatro días, para el nuevo disco hubo más trabajo de estudio buscando ese sonido 'bambikino' que nos define. Quizá la nueva BambiKina siga esa faceta más instrumental, con sonidos y ambientes mexicanos.

-¿Le ha costado abrirse camino en el mundo de la música?

-Ha supuesto mucho trabajo, pero por suerte siempre he tenido un equipo que ha apostado por mí. La banda es un ejemplo de ello. Llegué a Madrid sin ella, grabé el EP, les gustó y ahora son mi grupo. Por suerte me he encontrado en el camino a gente que ha confiado en mí y en mis canciones. Siempre lo digo: para tocar delante de muchísima gente, primero tienes que haber tocado para poca. Lo bonito es que todo ha ido rodado. Empezamos con una gira muy sencilla y, poco a poco, hemos ido subiendo escalones.

-¿Qué siente cuándo se sube a un escenario?

-La primera mitad de la canción, unos nervios extremos que nunca se pierden. Y ojalá nunca se pierdan, porque, una vez que lo que haces se convierte en una rutina, deja de emocionarte. Cuando pasa ese primer minuto te invade una sensación de disfrute máximo. La atmósfera que se crea teniendo al público delante no es comprable a nada. Es una adrenalina tan brutal que engancha. Te bajas del escenario y ya estás pensando en el siguiente concierto.

-De la gira 'Caravana', ¿cuál ha sido el sitio qué más le ha impresionado?

-En Zaragoza, por ejemplo, tocamos en un local pequeñito. Todo era de madera. Tenía un encanto especial. Y se llenó. El público estaba callado, atento. Fue una de esas noches mágicas en las que conectas con la gente, te lo pasas bien y haces disfrutar al público. Guardo un grato recuerdo de aquella noche.

-¿Y el fin de fiestas en Jaraíz?

-Bueno, claro. Fue apoteósico. Con el polideportivo lleno, mirar al público, ver caras conocidas y a tus padres emocionándose, no tiene precio. Los conciertos en Jaraíz son en los que yo me pongo doblemente nerviosa, porque la exigencia es todavía mayor. Es tu gente y quieres hacerlo lo mejor posible para que quede todo perfecto. Los conciertos en el pueblo son los que guardo con más cariño.

-¿Volverá pronto a tocar en su pueblo?

-Supongo que para verano cerraremos alguna fecha. Si no es en Jaraíz, tocaremos por la zona. También estamos contemplando ir a otros países. Francia es un mercado que nos interesa bastante, y quizá sea lo próximo que hagamos fuera de España, aunque nos gustaría visitar el continente americano a finales de este año o al que viene. Si todo sale bien, nos moveremos por allí.

-Con dos discos en el mercado, ¿qué le dice su familia?

-Mi familia es mi apoyo principal, mi inyección de energía para lo bueno y para lo malo. Sin ellos difícilmente podría haber hecho mi música ni ninguna otra cosa. También recibo mucho cariño del público, y de los jaraiceños. El nuevo trabajo está teniendo muy buena acogida, y ser profeta en tu tierra es muy complicado. Pero yo me siento profeta en Jaraíz. El calor de los jaraiceños es inmenso y estoy muy agradecida.

-¿Dónde se ve de aquí a unos años?

-Ojalá llenando un Palacio de los Deportes. A largo plazo, espero que 'Referencias' se convierta en una verdadera referencia. Que dentro de unos años alguien escuche mi disco y le transmita cosas, le influya, al igual que a mí me han podido influir otros cantantes. Espero poder seguir dedicándome a la música y vivir de esto.

-¿La veremos algún día haciendo otro tipo de género musical?

-No creo. El productor me decía que, al ser este mi primer álbum, dejaba la puerta abierta a muchas cosas, porque hay canciones muy diferentes. Yo voy a seguir apostando por este estilo.

-Y el futuro de la música, ¿cómo lo ve?

-Complicado. Hay muchísimos grupos. Ser bueno es principal, pero no definitivo, porque nadie te garantiza que, por muy bien que lo hagas o por mucho que trabajes, vayas a salir adelante. Hay un factor suerte que nunca se puede determinar, y es bueno que también sea así. Si al final todo el mundo tuviera la fórmula del éxito, todos harían lo mismo y todo sería igual. Ese punto de azar lo hace atractivo. Nosotros vamos a hacerlo lo mejor que sabemos, porque creemos que poniéndole ganas se llega lejos. Al menos lo estamos intentando.

Para presentar su nuevo disco, Esther sacó polvo a su caravana, se enfundó la guitarra acústica y la armónica, y, junto a su banda, arrancó su gira el pasado día 6 de mayo en la sala madrileña Galileo Galilei, demostrando que ha venido para quedarse. La caravana siguió su viaje en el Festival Womad de Cáceres, y, próximamente, continuará su trayecto por tras ciudades españolas, como Murcia, Bilbao, Salamanca o Sevilla, llevando, allá donde vaya, ese folk español con sonidos mexicanos tan característico de BambiKina.