El picudo rojo, dañino insecto tropical, llegó a la comarca hace un par de años para quedarse y hacer estragos en las palmeras. En Jaraíz se ha cobrado varias, tanto en espacio públicos como privados.
Ahora le ha tocado al palmeral del santuario de la Virgen del Salobrar, Patrona de la localidad, en donde este letal insecto para estas plantas ha acabado con un ejemplar en la parte trasera. Para proteger al resto, a la entrada del templo, el pasado miércoles fueron desinfectadas.
Por este motivo, permaneció cerrado al culto y a las visitas. Justo en frente se encuentra un paseo público adornado con estas plantas, en el que una de ellas se está tratando.
La que sí ha empezado a florecer es la centenaria de la Casa de la Cultura que fue atacada por este escarabajo el pasado año y que, tras ser curada en diciembre, finalmente se ha recuperado.
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