
El río Tiétar ha vuelto a anegar varias fincas situadas entre los términos municipales de Jaraíz de la Vera y Casatejada, entre otros lugares, por la crecida del caudal a causa de las intensas lluvias que están cayendo en los últimos días y por el desembalse del pantano de Rosarito.
Los agricultores vienen reclamando desde hace años que se tomen medidas para evitar el desbordamiento de la corriente fluvial. Entre otras, que se limpie el cauce y la construcción de muros de contención en algunos puntos concretos.
Las aguas están arrastrando y llevándose las tierras de regadíos, que tendrán volver a restaurarse de cara a la próxima campaña agrícola, una vez más, por la avenida del río, lo que viene sucediendo con frecuencia en los últimos años cada vez que llueve más de lo normal al no limpiarse el mismo, toda vez que está lleno de arena y maleza.
Décadas atrás cuando se realizaban las tareas de la retirada de áridos y vegetación con estas operaciones se minimizaban las crecidas para no causar daño en las tierras de labores de las vegas del Tiétar. Este problema también lo sufren otros municipios veratos regados por el Tiétar, que ha multiplicado su caudal por las aguas provenientes especialmente de las 48 gargantas veratas, en donde las precipitaciones están siendo torrenciales.
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