El chef jaraiceño Emilio Martín entrega su premio del XVI Concurso Nacional de Pinchos a una ONG

«El Corchifrito» fue elegida en 2020 la mejor tapa de España. Creada en el restaurante vallisoletano 'Suite 22', ubicado en la calle Fray Luis de León, el elaborado alimento es algo más que un sabroso corcho de botella comestible hecho de cochinillo. Así lo demostró el propietario y jefe de cocina, Emilio Martín, a la hora de recibir el premio el pasado mes de noviembre, cuando anunció que los 10.000 euros que acababa de recibir se iban a donar a los comedores sociales de Valladolid para «que nadie se quedase atrás».

Hoy, unos meses después, esa acción se ha culminado. La ONG a la que ha ido destinada dicha cantidad ha sido 'Díselo a Carlos', dirigida por Carlos de la Fuente, «una ONG con piernas» según explica el cocinero. Aunque el dinero ya se había depositado previamente en una serie de vales de 100 y 150 euros destinados a la compra de alimentos de primera necesidad, ha sido esta mañana cuando se ha hecho entrega del cheque a la asociación. «Con esto se alarga la ayuda lo máximo posible, en vez de comprar todo de golpe lo hacemos así para que puedan comprarlo a medida que lo vayan necesitando», comenta. «No vale de nada ayudarlos un día mucho si al día siguiente no puedes hacerlo».

Los cheques están destinados a la compra de alimentos de primera necesidad para aquellas asociaciones que lo precisen. 'Díselo a Carlos' será quien gestione esta ayuda humanitaria a los diferentes colectivos necesitados, como conventos, asociaciones de ayudas a personas en riesgo de exclusión o en las campañas del bocadillo solidario. «La intención no es que sea un acto de ayudar y ya está, sino a hacerlo con quien lo necesita y cuando lo necesita».

Emilio Martín asegura que desde un primer momento tenían claro que si ganaban el concurso iban a donar el premio, a pesar de los cierres que sufrieron en la hostelería a causa de las normas sanitarias para parar la covid. «Es lo que tocaba, no puede ser que en esta sociedad haya familias que vivan con la incertidumbre de si la semana que viene van a tener comida en la nevera» finaliza.