La celebración de San Antonio de este año, la más austera de la historia
Estaba prevista para el último fin de semana de junio, pero al final solo ha habido una misa dedicada a los cofrades difuntos
Para el último fin de semana de junio estaba prevista la festividad de San Antonio de Padua, una de las más añejas de la localidad, pero que al final se ha suspendido por la situación sanitaria.
Por eso, el pasado fin de semana se trasladó la imagen desde su ermita en un vehículo a la iglesia de San Miguel, en donde ha permanecido varios días presidiendo el presbiterio del templo y la misa del pasado sábado 13 de junio. Al coincidir con la litúrgica estuvo dedicada al santo y a los cofrades fallecidos.
Este año ha sido, por tanto, la celebración más austera de la historia al suspenderse todos los actos por el coronavirus. Tampoco los bailaores recorrerán las calles de la población ejecutando sus ancestrales danzas alrededor de la imagen, ni tampoco realizarán el típico cordón en la Plaza Mayor ni la danza de los palitroques en la misa mayor.
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