

El Ayuntamiento de Jaraíz de la Vera ha colocado una placa o pequeño mural de cerámica en el que se explica la historia de lo acontecido hace más de medio siglo en la calleja de la Tía Paulina, uno de los rincones típicos de la villa jaraiceña que comunica a la calle del Agua con la avenida de Garganta la Olla.
En este marbete se puede leer la interesante historia o leyenda urbana jaraiceña: «En el verano de 1955 una enorme tromba de agua arrastró a un pobre borriquillo que se guarecía bajo esta arcada.
El turbión consiguió introducir al pobre borriquillo en el alcantarillado y lo arrastró largamente bajo las aguas hasta por fin emerger a las afueras del pueblo.
Cuentan las crónicas de entonces, que, al asomar de nuevo la cabeza del pobre burrito, ejerciendo de improvisado surtidor por boca y oreja, un vecino sordomudo que presenciaba la escena comenzó a hablar impresionado».
Historia o leyenda urbana jaraiceña, lo cierto es que supone otro recurso o atractivo turístico más, por un lado, y por otro, recuperar para las actuales y venideras generaciones tradiciones, en este caso la fabulación del jumento, que forman parte de la memoria colectiva de la villa de Jaraíz de la Vera y que ha sacado del baúl de los recuerdo un vecino.
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