Construcción del cierre perimetral del dolmen. S.E.

El Ayuntamiento acomete el cierre perimetral del dolmen Lámoina I

Situado en la dehesa boyal, data del IV milenio antes Cristo y su descubrimiento se produjo en 2012 con motivo de la construcción de la depuradora

Domingo, 12 de septiembre 2021, 12:22

El Ayuntamiento de Jaraíz de la Vera está acometiendo el cierre perimetral del dolmen Lámoina I, ubicado en la dehesa boyal, junto a la nueva estación depuradora de aguas residuales del municipio. Precisamente, con motivo de la construcción de la depuradora fue descubierto a finales del verano de 2012.

Una vez terminada la excavación se dejó abierto para que pudiera ser contemplado, cercado por una valla metálica. Para ello, la Junta y el Ayuntamiento de Jaraíz firmaron un protocolo de colaboración. Patrimonio Cultural delimitó el lugar para protegerlo con el fin de que el Consistorio jaraiceño gestionará la conservación del mismo y la regulación de las visitas, para lo que hay que contactar con la Oficina de Turismo de Jaraíz, dependiente del Ayuntamiento, ubicada en la Casa de la Cultura.

Sin embargo, la alambrada ha sido insuficiente para su conservación, por lo que el Servicio Municipal de Obras está procediendo a su cierre mediante la edificación de una pared de obra de menos de medio metro y colocación encima de una malla metálica para que pueda ser observado desde el exterior.

El dolmen se erigió entre el IV milenio antes de Cristo y la mitad del III milenio a.C. Este yacimiento se encuentra en una zona conocida como El Canchal, en cuyos alrededores hay una treintena de dólmenes, la gran mayoría de ellos expoliados y a la espera de que la Junta los ponga en valor.

Lámoina I es una estructura relacionada con el mundo funerario y ritual que practicaron los antepasados jaraiceños que habitaron el territorio que abarca parte de la dehesa boyal, en el periodo transitorio entre el cuarto y el tercer milenio antes de Cristo, coincidiendo con los momentos finales del periodo del Neolítico y comienzos del Calcolítico, y que los expertos clasifican dentro del grupo cultural megalítico del sur del Tajo.

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Ajuar funerario

Los trabajos arqueológicos realizados hace siete años permitieron documentar un dolmen de cámara circular con corredor largo precedido por un atrio, cubierto todo por un túmulo, que se conserva en su integridad, construido con piedras y tierra del entorno.

Además, aparecieron decoraciones grabadas (trazos ondulados, cazoletas y ramiformes) en parte de las losas de grandes dimensiones u ortostatos que conforman la cámara y el corredor. Ortostatos de los que se han perpetuado también los apoyos originales que sirvieron para sustentarlos.

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La intervención propició la recuperación de un excepcional ajuar funerario compuesto principalmente por puntas de flecha, más de 150 unidades; láminas; hachas pulimentadas; objetos de adorno personal, como cuentas de collar de diversos materiales y colores; o recipientes cerámicos. Todos estos objetos fueron hechos específicamente para este ajuar funerario ya que no presentan huellas de uso y están muy bien conservados.

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