Desde que comenzó la crisis, todos los miércoles por la tarde, la calle Los Morenos, de Jaraíz de la Vera, se llena de carros de la compra. Forman una gran hilera. Sus portadores aguardan, incluso, horas antes para coger sitio lo más cerca posible de la Casa de Cáritas, que abre sus puertas a partir de las 16 horas. Allí se congregan niños, jóvenes y adultos de ambos sexos. Son españoles e inmigrantes. Éstos últimos son mayoría, aunque los primeros cada vez son más. Las distancias se han acortado en los dos últimos años entre ambos colectivos. De seguir así, pronto habrá el mismo número de indigentes, y más gente aguardando. Lo hacen para recoger alimentos.
Estas personas, de momento, tienen asegurada la ayuda, pues la solidaridad va en aumento. Así ocurrió las pasadas fiestas navideñas. Cáritas Interparroquial de Jaraíz así lo constata, toda vez que aumentaron las donaciones. A las ya tradicionales campañas de la 'operación kilo' del Movimiento Junior y la que hace desde 2011 también Nuevas Generaciones del PP, hay que añadir otras tantas, no sólo de Jaraíz, sino de otras poblaciones, caso de Torremenga, que aporta mucho a Cáritas de Jaraíz de la Vera, al no contar con una delegación de esta institución benéfica.
No solo alimentos
Aunque los alimentos es lo que más demanda la gente necesitada, Cáritas Interparroquial de Jaraíz provee de ropa a quienes carecen de ella. Dispone de un gran ropero. Son prendas en buen estado que entrega la gente de buen corazón. Aparte de la comida, compuesta por productos de primera calidad y no perecederos, y la ropa, Cáritas proporciona juguetes a las familias desfavorecidas. En Reyes muchos niños han podido ver cumplido su ilusión de recibir un juguete, gracias a la mediación de Cáritas y, por supuesto, a las personas que los han regalado. A éstas, lo único que se les pide es que den aquellos que están en buenas condiciones. Normalmente, los juguetes están prácticamente nuevos, como si no se hubieran usado, aunque en muchas ocasiones, paradójicamente, ha sido así, pues sus propietarios no los han llegado a disfrutar por tener tantísimos entre los que elegir, lo que viene de perlas a los destinatarios finales.
La labor de Cáritas desde que se instaló la dichosa crisis en España, no se limita únicamente a suministrar lo indispensable a las personas que carece de lo básico: alimentos y ropa, sino que está socorriendo a los transeúntes, a los que facilita alojamiento y comida; a quienes no tienen dinero para pagar el recibo de la luz o el alquiler también les ayuda para no quedarse tirados en la calle, gracias a las colectas que una vez al mes realizan las dos iglesias parroquiales jaraiceñas y a las cuotas que anualmente satisfacen quienes se han comprometido en esta generosa tarea de ayudar a los que lo están pasando mal.
Cáritas Interparroquial de Jaraíz, pese a ser una institución de la iglesia católica, sin embargo está alimentando y vistiendo a decenas de inmigrantes magrebíes; a todos los que llaman a su puerta, que en Jaraíz, precisamente, no son pocos los que lo hacen. No pregunta a nadie su procedencia. Solamente qué demanda cada cual.