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Público recorriendo los puertos.
Jaraíz revivirá desde el martes su pasado comercial con el mercado de San Andrés

Jaraíz revivirá desde el martes su pasado comercial con el mercado de San Andrés

Al coincidir con el puente de la Constitución y la Inmaculada se espera que la localidad se llene de visitantes

P.D.SAMINO

Domingo, 3 de diciembre 2017, 10:24

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El mapa comercial de la región extremeña tiene ocho subáreas: Almendralejo y Zafra pertenecen al área de Badajoz; Jaraíz de la Vera a la de Plasencia; y Coria, Miajadas, Moraleja, Trujillo y Valencia de Alcántara a la de Cáceres. Jaraíz es el centro comercial de la comarca de la Vera, pero también polo de atracción de otras poblaciones de otras comarcas, como ocurre con Piornal, perteneciente a la del Valle del Jerte o Majadas de Tiétar a la del Campo Arañuelo. Esto no es nuevo. Su vocación comercial es antigua. En el pasado los mercados y ferias ya eran importantes. Ahora, además de su actividad comercial destaca como ciudad de servicios.

En la actualidad, el mercado semanal de los jueves atrae a numerosos vendedores y a decenas de compradores de los pueblos del entorno. Se ha perdido el mercado mensual de ganado y el anual de las ferias agosteñas. La comarca también ha perdido importancia ganadera, lo que justifica que en el Ejido haya dejado de ser lugar de transacciones.

En este espacios se levantan un colegio y el cuartel de la Guardia Civil, aunque a pocos metros se asienta cada semana el mercado de los jueves, que es la versión moderna del otro emporio de antaño que tenía lugar el primer fin de semana de diciembre, bautizado con el nombre de Feria de San Andrés, vigente hasta finales del pasado siglo. No era una celebración religiosa sino mercantil.

Este evento se llevaba a cabo al finalizar las labores en el campo, lo que significaba que los veratos tenían los bolsillos con dinero fresco que venían a gastar a Jaraíz, a su plaza Mayor, que durante varios días se transformaba en un variopinto zoco y la población se llenaba de atracciones repartidas por el centro urbano. Además de proveerse para la vida diaria, los agricultores aprovechaban la feria para acopiar aperos para la siguiente campaña agrícola, que en la comarca continúa arrancando después de Semana Santa. En el caso de Jaraíz, al término de las fiestas patronales.

De Extremadura y de fuera

No solo los comerciantes nativos vendían sus existencias durante la feria, sino que llegaban de otros puntos de Extremadura y de fuera. De Castellón, Béjar y Palencia, mantas y paños; de Castuera y La Alberca, turrón; de Don Benito y Villanueva de la Serena, utensilios de hierro y metal como los calderos, llares, braseros, estrébedes y otros; de Ceclavín, oro; de Torrejoncillo, joyas; de Montehermoso, campanas; de Pasarón, artesanía; del Barco de Ávila, patatas y alubias; de Piornal, patatas; de las Hurdes, miel; y de cualquier pueblo verato, quesos de cabra, embutidos y otros alimentos.

Todos inundaban de puestos la plaza de la Villa durante varios días que a veces se prolongaban hasta la festividad de la Inmaculada. Como las fiestas navideñas estaban próximas, no faltaban tampoco los puestos de juguetes con las muñecas y caballos de cartón, los coches de hojalata o los juegos reunidos Geyper, en los sesenta.

En los setenta la feria de San Andrés decayó y en su lugar se implantó el mercadillo semanal de los jueves que ha ido creciendo a lo largo de los años y cambiando de ubicación por su desarrollo y expansión, que en la actualidad ocupa varias calles y avenidas a las afueras de la población, en una de sus áreas de expansión urbana.

Sin embargo, en el año 2000 el Consistorio recuperó la feria pasando a ser un mercado artesanal y recientemente medieval, igualmente plagado de puestos de artesanía: orfebrería, cerámica, textil, madera, platería, pimentón, dulces, turrones, almendras garrapiñadas o embutidos son algunos de los productos que se venden, con actividades de animación para atraer a visitantes y hacer salir a la calle a los lugareños. Si la feria de San Andrés llenaba las tabernas, casas de comida y posadas, además de agotar existencias el comercio, ahora con el Mercado Medieval de San Andrés se pretende que la hostelería en general recupere el pulso tras la parálisis de los meses otoñales, catalogados de temporada baja a efectos turísticos. Al coincidir con el puente de la Constitución e Inmaculada el objetivo es que Jaraíz se anime y llene de gente. Si el tiempo acompaña, se espera la llegada de turistas y emigrantes para animar el comercio, la hostelería y los servicios. Ahora como en el último cuarto del pasado siglo, los estrenos cinematográficos, las exposiciones y café conciertos contribuirán a reforzar el mercado medieval, que se instará en la avenid de Yuste, la principal calle peatonal de la localidad, en pleno centro urbano.

Ocio y entretenimiento

La agenda de ocio y entretenimiento, del 6 al 10 de diciembre, los días de su celebración, servirá de reclamo para que venga más gente a la localidad. Al contrario que el pasado siglo, la oferta gastronómica, cultural y de ocio es mayor. Lo mismo ocurre con los alojamientos, hay más plazas hoteleras y variedad. La localidad es un destino de turismo rural en auge. El entorno natural y el Museo del Pimentón son dos reclamos destacados a los que se sumará durante el puente festivo de diciembre el Mercado Medieval de San Andrés.

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